La plataforma modular de modelización del comercio agroalimentario amplía su profundidad, amplitud y resolución
Las implicaciones de las políticas comerciales mundiales son bastante complejas. Los modernos acuerdos comerciales agroalimentarios tienen cada vez más en cuenta factores como la preocupación de los consumidores por la calidad y seguridad de los alimentos, las implicaciones medioambientales y el impacto en el empleo, así como la pobreza y las crecientes desigualdades socioeconómicas. El proyecto BATModel(se abrirá en una nueva ventana), financiado con fondos europeos, ha proporcionado una plataforma modular holística para mejorar la modelización de las políticas comerciales agroalimentarias en las simulaciones utilizadas por la Comisión Europea (CE). Los módulos incorporan nuevas características de los flujos comerciales de alimentos e instrumentos políticos, o mejoran la gestión de los ya existentes, para ofrecer una visión nueva y más detallada de las repercusiones.
Medidas no arancelarias, indicaciones geográficas y más
El equipo de BATModel se propuso tener más en cuenta determinados factores comerciales, lo cual permitiría mejorar el análisis y la negociación de las políticas comerciales agroalimentarias de la CE y otras partes interesadas. Por ejemplo, el proyecto BATModel mejoró la gestión de las indicaciones geográficas protegidas (IG) que vinculan las cualidades, características o reputación de un producto a una determinada región geográfica (como roquefort, comté o parmigiano reggiano). Se trata de componentes esenciales de la estrategia de calidad y desarrollo rural de la CE. «Los análisis empíricos mostraron el impacto positivo de la protección de las IG(se abrirá en una nueva ventana) a nivel regional para los países de origen y a nivel de empresa: las empresas exportadoras con IG venden más productos y tienen mejor acceso a los mercados de destino», afirma Karine Latouche, del INRAE(se abrirá en una nueva ventana), coordinadora del proyecto. El equipo de BATModel también desarrolló modelos más detallados para tener más en cuenta la heterogeneidad de las medidas no arancelarias, como los contingentes, los controles de precios y las normativas sanitarias y medioambientales. Los flujos comerciales cero, la diferenciación de la calidad y las cadenas de valor mundiales fueron otros de los ámbitos importantes abordados.
Costes ocultos de la globalización
La completa plataforma BATModel recoge más detalles sobre los productos agroalimentarios y tiene en cuenta diferentes escalas, como la mundial, la de la Unión Europea (UE) y la de los Estados miembros y regiones. Permite saber quién perderá y quién ganará no solo «horizontalmente» (en todos los sectores), sino «verticalmente», midiendo la distribución vertical de las repercusiones de las políticas comerciales a lo largo de las cadenas de valor mundiales. «La distribución de estos impactos incluye implicaciones para el bienestar de las políticas comerciales que van más allá de los efectos estándar sobre el bienestar: nos centramos en los llamados costes ocultos de la globalización, como los problemas del mercado laboral, los efectos sobre la renta y los salarios, así como los efectos sobre el medio ambiente y la salud», explica Latouche.
Repercusiones laborales y sanitarias de las políticas comerciales
Por ejemplo, utilizando datos del nivel 2 de la NUTS(se abrirá en una nueva ventana) entre 1995 y 2019, el equipo de BATModel estudió el impacto de las perturbaciones comerciales derivadas de la competencia de las importaciones y la expansión de las exportaciones en la dinámica del mercado laboral del sector agroalimentario en 15 Estados miembros de la UE. El empleo agroalimentario reaccionó negativamente ante la competencia de las importaciones y positivamente ante la expansión de las exportaciones. Además, debido a la competencia de las importaciones se perdieron aproximadamente el doble de puestos de trabajo en el sector alimentario que los ganados gracias a la expansión de las exportaciones. Los empleos agrícolas se vieron afectados de forma insignificante, lo cual podría reflejar los problemas de calidad de los datos asociados, por ejemplo, a los trabajadores extracomunitarios. Entre las repercusiones sanitarias que pueden analizarse, el equipo de BATModel descubrió que, en Italia, un aumento del 10 % de las importaciones de alimentos incrementaba la obesidad en un 2,3 %. Otros análisis lo relacionaron con la importación de alimentos «poco saludables», principalmente bebidas alcohólicas y alimentos procesados y salados. Los resultados del proyecto BATModel y los informes políticos(se abrirá en una nueva ventana) están suscitando un enorme interés entre los responsables de las políticas. Los debates en profundidad generaron entusiasmo en actos como la escuela de verano del proyecto, celebrada durante tres días en el Centro Común de Investigación y a la que asistieron representantes de las Direcciones Generales de la CE, y un acto político en Bruselas. Latouche concluye: «La colaboración impulsada por la innovación de BATModel entre los equipos europeos que trabajan en modelos de simulación establecidos y los que trabajan econométricamente en microevidencias relativas a modelos comerciales de heterogeneidad de agentes y empresas ha apoyado la creación de una nueva comunidad de creadores de modelos comerciales». Ello reforzará la capacidad de Europa para negociar políticas comerciales agroalimentarias mundiales con notables beneficios para sus países, empresas y habitantes.
Palabras clave
BATModel, políticas comerciales, comercio agroalimentario, expansión de las exportaciones, globalización, competencia de las importaciones, indicaciones geográficas, mercado laboral, cadenas de valor, medidas no arancelarias